Formación
La reunión de C.E.C.A.F del 1° de junio, incluida como nota en esta misma edición, puso sobre el tapete la necesidad urgente de profesionalización del sector del mantenimiento y la conservación con miras a contar con verdaderas empresas de ascensores. Sólo de esa manera este “gremio” que no es gremio, sino más bien una suma de potenciales profesionales, podrá aspirar a cumplir cabalmente con las funciones para las cuales está destinado, elevando la vara de la calidad de sus prestaciones y recibiendo, no sólo, la remuneración adecuada a tales fines, sino también el respeto de los ciudadanos de CABA.
Y justamente para hablar desde la óptica de la profesionalización es que entrevistamos a Federico Gerhardt, uno de los socios gerentes de Ascensores Gerhardt S.R.L., que apuntó desde siempre a la optimización de la actividad ascensorística.
Federico Gerhardt y su hermano Maximiliano eran casi adolescentes cuando tuvieron que comenzar por las suyas en el mantenimiento de ascensores. Su padre, el Ing. Gerhardt, que compartía con su cuñado la dirección de Ascensores AME, falleció y ambos muchachos iniciaron una nueva sociedad con su madre, quedándose con apenas 20 ascensores de la antigua empresa. Desde ese entonces, hace 30 años, cuando no sabían redactar un presupuesto, el avance empresario de Ascensores Gerhardt S.R.L ha sido impresionante, con un constante crecimiento, en el que ahora se han incluido los hijos de ambos hermanos, y que responde a la inquietud emprendedora de los Gerhardt que no cesan de proyectar mejoras y desarrollos en todas las áreas de la empresa, que es de las pocas que hoy trabajan bajo normas ISO 9001.
La idea de Federico Gerhardt es llevar el gremio hacia la tecnología actual, porque, según sus palabras “nos hemos quedado en la tecnología de comienzos del siglo XX, en lo que es la parte mecánica y en lo que hace a lo eléctrico y electrónico hubo muchos avances con los controles, pero considero que la electrónica que se está utilizando en algunos componentes para los ascensores ya es obsoleta. Estamos atrasados si consideramos que ahora con la Inteligencia Artificial va a haber un cambio de paradigma total.
Revista del Ascensor: – En los ascensores que tenemos en Buenos Aires, con un promedio de 40 ó 50 años ¿se puede aplicar tecnología de punta usando la IA o ya no es posible con esos equipos?
Federico Gerhardt: – Sí, porque el parque de ascensores se divide en la parte mecánica y la electrónica. Se puede conservar la primera y mejorar la parte electrónica. Hoy con el tema de la IA, hay muchísimo para poder desarrollar, es todo un mundo por explorar. No hay muchas empresas que desarrollen componentes basados en IA en Latinoamérica, al menos que ya hayan salido a la luz.
La IA sirve para lograr optimizar los recursos de una empresa, usándola para hacer los diagramas de la generación de los trabajos, cómo se van a encarar, desde la parte administrativa cómo se va a trabajar. La IA es una herramienta artificial que hoy se utiliza no sólo en mi empresa, si no que ya la usan la mayoría de las empresas. Sirve para poder enviar un mail hasta planificar los costos o la operación de determinado tema, hoy ya es una herramienta imprescindible. En la actualidad un solo empleado puede hacer el trabajo de 5. Se trata de programas de chat que están en la nube o incluso herramientas incorporadas dentro ya de los sistemas de gestión, a los que se les pregunta cosas. Hay que ir guiándolo, con preguntas orientadas que surgen de algún conocimiento previo. La utilizamos para acelerar procesos, no para que me haga las cosas. Digamos que te ayuda a efectivizar la forma de hacer las cosas.
R del A.:- Y ya que está y como sé que a ustedes les gusta la vanguardia tecnológica te pregunto si en este momento se pueden atender las fallas desde sus oficinas, sin tener que concurrir al edificio, utilizando el Internet de las Cosas.
F.G.: – El concepto de Internet de las Cosas está comenzando a tomar relevancia a nivel global. En América Latina estamos observando estas tendencias y explorando cómo las nuevas tecnologías podrían integrarse para ofrecer soluciones de avanzadas. Estamos atentos a las novedades, esta tecnología va a cambiar la forma de gestionar el trabajo en lo que se refiere a eficiencia y tiempo.
R del A.: – ¿Te parece que la C.E.C.A.F. comparte este criterio vanguardista?
F.G.:- Me gustó mucho lo que se comentó el otro día en la reunión que hicieron los miembros de Conservadores Unidos y C.E.C.A.F. porque por primera vez tienen una visión parecida a la nuestra, de cómo llevar las cosas adelante, salí muy contento. Yo iba simplemente para escuchar, pero vi que hay gente dentro del gremio que tiene otra visión de las cosas, otra forma de manejarse, con ideas de cambio que están llevando al Gobierno de la Ciudad. Eso me parece que está buenísimo.
R del A.:- ¿Por ejemplo?
F.G.: – Por ejemplo poner un piso para los abonos, pero no un precio cuidado donde me exigen un tope superior que impide que mis ingresos estén acordes con mis costos. Hasta ahora los gobiernos pensaban que como no había plata era mejor la idea de bajar las expensas pero a costa de la seguridad de la gente, e incluyo también a otros gremios afectados de igual manera como calderistas, los que se ocupan de las bombas de agua, etc. El ascensor entonces se postergaba. Por lo contrario, poner un piso para nivelar hacia arriba es muy bueno, ya que luego cada uno verá como cotiza su trabajo, pero los precios desleales ya no tendrían lugar.
Tenemos que entender que la seguridad es primordial en un medio de elevación, es comparable con la seguridad de un avión: Una vez que el avión despegó, no podemos arreglar nada, con el ascensor pasa lo mismo.
R del A.: – Antes que nadie eso lo debe tener muy claro el conservador ¿no es cierto?
F.G.:- Por supuesto. No podemos pensar, como se suele decir en el “gremio”, que arreglar un paracaídas sea una molestia para el conservador, porque al clavar el paracaídas los guiadores se salen de lugar, toda la suciedad que hay en el hueco se cae sobre las guías y se mezcla con la grasa, empieza a hacer ruido, la gente se queja. ¿Qué sucede entonces? Como eso lleva tiempo para arreglarlo, luego se sale de urgencia, a las corridas, de un día para otro a probarlo y ponerlo en condiciones porque tengo una coordinada, o sino mandando a los técnicos para corroborar si el ascensor clava o no clava porque no tenemos la más mínima idea. El paracaídas tiene que estar andando, igual que sucede con los matafuegos que se recargan todos los años aunque la presión esté correcta y el polvo que contiene esté bien, para que cuando haya que usarlos no haya sorpresas. Hay administradores que dicen que si algo no se rompió no lo arreglan y yo les pregunto ¿cómo sabe que está bien, o se va a enterar cuando el ascensor falle en sus seguridades?
ENROQUE EMPRESARIO
R del A.:- Fijate que pasamos de la IA a la prehistoria del ascensor, al hombre de las cavernas, ascensores en peligro de fallar e IA, ¿se pueden acercar un poco las cosas?
F.G.: – Arreglar los ascensores cuando se rompen se llama mantenimiento correctivo: se rompe la cerradura y entonces la cambio, (esperé a que se rompiera); se clavó la máquina o se rompió el motor, tengo que ir a arreglar la máquina o rebobinar el motor. Pero previo a eso hubo muchos indicios que mostró el ascensor de que la cosa no estaba bien. En el momento de presupuestar, uno debe prestar atención a que el motor está perdiendo potencia, que la jaula de ardilla no está tirando bien, eso afecta la potencia del motor que ahora no puede levantar el mismo peso, y se queda. Si por ejemplo se ha llegado a que se rompan las varillas puede ser porque no se le prestó atención, o pudo ser también un mal suministro de electricidad, pudo ser el control de maniobra, o la contactora, son un montón de parámetros. Una buena empresa hace mantenimiento preventivo. Desde que mi hermano y yo comenzamos a trabajar juntos, hace 30 años, ya hacíamos mantenimiento preventivo. Éramos dos chicos de 20 y 25, hacíamos presupuestos sin cargo en los edificios y le decíamos al cliente en forma clara lo que había que hacer para que todo estuviera asegurado. Y nunca hemos negociado la seguridad.
R del A.: – ¿Hay en la Ordenanza o en el Código indicación de caducidad para el cambio de los componentes?
F.G.: – No, el Gobierno de la Ciudad no pone un límite en el tiempo para hacer los cambios, ese es otro tema. Justamente ese es uno de los motivos por el cual peleamos por el valor de los abonos. Hay empresas que con tal de sumar máquinas cobran precios por debajo de los costos y terminan degradando al gremio. Esas empresas no se dan cuenta que son presa también de sus malas políticas de precios.
Una empresa correcta es aquella que tiene todo en regla, Por ejemplo, si sale un reclamo al cual se acude con un vehículo más combustible, se paga estacionamiento, sumamos el costo por hora de dos técnicos, más los honorarios del RT, engrasadores y los impuestos, con uno o dos reclamos que tenga el cliente por mes ya te comió $ 70.000 y te quedaste sin abono. La Cámara ofrece un estimado de lo que se tiene que cobrar basado en una serie de cálculos, es por ello que empresas que están bien organizadas conocen sus costos y se aseguran que los precios que deben cobrar a sus clientes son los correctos.
Pero insisto en que una buena empresa de mantenimiento realiza lo que se llama el mantenimiento preventivo y en nuestro caso hacemos también el predictivo.
Tener la empresa en orden y organizada, hace que pueda acceder a clientes de mayor envergadura, que exigen formalidades que no todos pueden cumplir. Todas estas barreras altas van poniendo límites al ingreso de proveedores informales.
El tema de la seguridad para entrar en este gremio es fundamental. Las barreras de entrada tienen que ser todos los requisitos que uno tiene que reunir para sacar el Permiso de Conservador.
Pero, también, dentro de los que están en condiciones de cumplir y son empresas consolidadas en el mercado, hay muchas que tienen políticas empresariales poco éticas o que no miden las consecuencias a mediano plazo. Las hay que ofrecen seis meses de abono sin cargo, a costa de hacer determinados trabajos. Eso no es captar un cliente. Lo que captan son oportunistas que, al poco tiempo, cuando se les quiere cobrar lo necesario, echan a la empresa y buscan otra “más barata”.
R del A.: – Por lo que venimos hablando, una buena empresa de ascensores es la que hace todo lo que tiene que hacer para que el ascensor no sólo sea seguro sino que funcione en su óptima condición.
F. G:- Las buenas empresas, como dije antes, hacen mínimamente mantenimiento preventivo, tienen técnicos que le van pasando las observaciones, se hacen los presupuestos correspondientes, y se encargan de hacer los trabajos. Una empresa comienza a ganar plata cuando no tiene que acudir a hacer reclamos. Nosotros estamos avanzando un paso más haciendo el mantenimiento predictivo. Nuestra modalidad de trabajo está pautada de una manera que responde a nuestra Certificación bajo Normas ISO 9001. Al contrario de lo que se dice en el mercado “si no se rompió no lo arregles”, nosotros consideramos incluso que el mantenimiento preventivo llega un poquito tarde porque la máquina y el motor tienen un desgaste. El mantenimiento predictivo predice lo que puede llegar a suceder a cierto plazo y para ello hay que adelantarse a los hechos.
R del A.: – Y ahí hacemos de abogado del Diablo, y te hablo como un cliente promedio: Si está funcionando bien, ¿para qué lo voy a cambiar? ¡Estos conservadores lo único que quieren es sacarnos plata!
F.G.: – Ese es el quid de la cuestión, y ahí está la muñeca del empresario. Por eso nos tenemos que considerar empresarios y asesorar a los clientes. Hay una frase que dice que el cliente que no está informado no puede tomar una decisión. Entonces, si yo me guardo cosas para no mostrar mis falencias como empresa conservadora porque no hice tal cosa o la otra en su momento, o no la quiero hacer por algún motivo y eso deriva en un deterioro o rotura de la instalación que me confiaron para que yo la conservara, hay un problema.
R del A.: – Evidentemente el conservador que no educa o no transmite, y no está dispuesto a plantear bien los trabajos necesarios, está en falta entonces, y si no hace las cosas bien, tampoco podrá aspirar a buenos clientes y buenos trabajos bien remunerados.
F.G.:- Hagamos una encuesta de cuántas empresas hacen la prueba de paracaídas cada 6 meses. En la última reunión que se hizo el 1º de junio, el presidente de CECAF, Manuel Premaríes comentó, llamando a la responsabilidad empresarial, que no se podía salir corriendo a arreglar un ascensor o un paracaídas cuando se tiene una visita coordinada. Pero además el paracaídas no sólo tiene que clavar sino que clavarse a determinada distancia, si no el golpe es durísimo. Creo realmente que el conservador forma al cliente al mantenerlo siempre informado y asesorándolo constantemente. Es más, si no valoran el trabajo que la empresa hace, es uno quien elige a sus clientes, o debería elegirlos.
R del A.: – Otro tema es la cerradura de doble contacto. ¿Puede funcionar bien con ascensores viejos, que no nivelan bien, con puertas que tampoco están muy bien?
F.G.: – Sí, pero cuando implementás un sistema debe ser uno con el cual el técnico no tenga complicaciones. Si el técnico tiene complicaciones que luego le van a generar reclamos constantes porque la cerradura no abre, porque hace un mal contacto, el sistema no funciona. Pasó con las balanzas que se colocaban en los cables, vos las regulabas, te ibas y a los dos minutos ya no censaban más. Las que hay ahora se fueron mejorando y las actuales son muy buenas. Las cerraduras tienen que tener un sistema sencillo, el gobierno de la Ciudad debería obligar a los fabricantes a que den una garantía mínima de 5 años y obligar a todo el parque a que se cambien cada 5 años, con fecha de vencimiento como pasa con las cubiertas de los autos, entonces obligás al fabricante a mejorar la calidad de los resortes, de los flejes, y que el conservador las tenga que cambiar cada 5 años, mejorando notablemente la seguridad.
R del A.:- ¿El mantenimiento predictivo se puede hacer a través de estadística?
F.G.: – Sí, por supuesto. Todas las empresas tienen datos de las máquinas que conservan. Simplemente no se pusieron a prestarle atención a esa info. Creo que en un futuro cercano, estudiar esos datos y sacar conclusiones a través de estadísticas es a lo que va a tender el mercado en poco tiempo.
R del A.: – ¿De qué se trata?
F.G.: – Son nuevos sistemas que van a trabajar con IA y van a tener mucha información. Y esa es otra de las cosas, las empresas conservadoras hasta ahora hemos sido intermediarios entre el cliente y los proveedores, y nosotros somos vendedores de los materiales que nos dan los proveedores, pero nunca nos pusimos a desarrollar cosas, a tratar de salir de la zona de confort. Tenemos que ser generadores de nuevas tecnologías y herramientas que nos jerarquicen.
R del A.: – ¿Cuántas empresas trabajan bajo normas?
F.G.: – Menos de diez. No es algo sencillo.
R del A.: – ¿Qué debería hacer un conservador hoy, para profesionalizarse, dejando a un lado los temores, la miseria económica, y comenzar a tener una empresa profesional?
F.G.: – Lo primero que tiene que hacer el dueño de una empresa, es cambiar la mentalidad. No tiene que tener mentalidad de técnico, esa es sólo una de las aristas. Debe ser proactivo, querer siempre mejorar, ser inquieto y tener pasión por lo que hace. Pero lo primero que tiene que hacer es cambiar la mentalidad.
Hay que ser conscientes que no todos tienen los mismos recursos económicos; pero oficinas tienen que tener porque lo exige el Gobierno de la Ciudad dentro de la normativa, oficina que no debe ser compartida, debe pagar todos los impuestos y otras exigencias, lo que hace que maneje y administre ciertos recursos. Pero lo que tiene que cambiar es la mentalidad de decir y pensar ¿Me voy a quedar siempre haciendo lo mismo todos los días o voy a empezar a contratar gente y profesionalizar a la empresa y a mí mismo para que esto crezca? Hay gente que se conforma sólo con eso.
R del A.: – La prosperidad de la empresa también tiene que ver con cómo se la administra.
F.G.:- Hay que conocer el cálculo de costos, no se puede a hacer a ojo, eso los condena al fracaso, y no sólo propio, sino al fracaso de todos, porque están denigrando a las empresas serias poniéndolas en una misma bolsa, cobrando mal por ignorancia.
Con la certificación ISO 9001, cuando una empresa que me va a contratar también está certificada, no me va a preguntar si tengo los papeles en regla porque ya es tácito que ambos cumplimos con las normas que hay que cumplir, y por lo tanto los tenemos. Yo pasé un proceso y una certificación que certifica, valga la redundancia, que cumplo con todo el protocolo que se debe cumplir. Eso tiene un precio, por lo tanto el servicio que brindamos no es para el cliente que busca precio, sino para el que quiere estar tranquilo con un ascensor seguro por sobre todas las cosas.
La segunda es la formación: Cuando empezamos no existía ni el fax. Cuando uno pasa de ser un técnico que engrasaba, cambiaba la cerradura, presupuestaba, le llevaba el presupuesto a los clientes a mano, a ser un empresario, para pasar esa etapa tiene que haber un período de formación de ese empresario. Para que ese período exista debo dejar de atender la urgencia diaria, para poder focalizarme a proyectar, que es la planificación, el saber a qué puerto quiero llegar, adónde quiero llevar mi empresa, qué pretendo yo de este trabajo. La empresa es un barco que hay que cuidar constantemente para que no se hunda.
R del A.: – Las empresas que trabajan bien tienen empleados desde hace 30 años, que no se van.
F.G.: – ¿Pero por qué no se van? Porque se formaron dentro de la cultura de la empresa, uno los forma al estilo de la empresa que uno tiene y quiere. Así uno va formando su propio staff y luego debe cuidarlo. Hay que pagarles bien, darles las herramientas correctas, brindarles vehículo, elementos de seguridad y mucha capacitación de seguridad e higiene y cursos de todo tipo.
Creo que uno puede darse el lujo de tener los clientes que quiere cuando se prepara para eso y se lo pone como horizonte. Nuestros clientes valoran que tengamos la Certificación ISO 9001, que el gerente de la empresa, en este caso, mi hermano Maximiliano y yo, tengamos maestrías en determinadas áreas, que el técnico que le está cuidando el ascensor tenga 10 capacitaciones anuales en lo que concierne a su expertisse como técnico, que a su vez tenga capacitaciones en seguridad e higiene, que a su vez tenga título secundario que lo habilite como técnico. Los clientes que buscan sólo precio no son los clientes que nosotros buscamos.
R del A.: – Por último ¿Qué opinión te merece que la C.E.C.A.F. sea quien certifique a los conservadores para recibir el permiso de conservador?
F.G.:- La Cámara haciendo de ente fiscalizador impedirá que la AGC le dé el permiso de conservador a quien no cumpla con ciertos estándares necesarios. Quien quiera contar el permiso deberá estar asociado a una Cámara. ¿Quién se va a negar a que haya una ley que me obligue a ganar el doble y que no me tenga que pelear con el cliente porque ahora el abono cuesta más? ¿En qué nos beneficia esto? En que se acaba también la mala competencia, ya que sí o sí, el cambio de conservador ya no será por el precio como tema determinante. Esto generará lo que tanto buscamos en el gremio, que es ni más ni menos que jerarquizar a las empresas, generando empresarios éticamente correctos en un mercado sano y de libre competencia.
La vida de un empresario del ascensor
Además de ejercer como socio gerente en Ascensores Gerhardt, Federico es 3º Dan de Karate, es músico, es luthier y fabrica guitarras, y además continúa estudiando y aprendiendo cosas nuevas todo el tiempo. Una vida armónica hace al buen resultado de una empresa, sin lugar a dudas.