ABONOS ADECUADOS Y LEALTAD ENTRE COLEGAS
Nora Kamiñetzky
En un masivo encuentro, el primero del año, en el que participaron asociados de C.E.C.A.F. y miembros de la Agrupación Conservadores Unidos, se trataron los temas que hacen al mejor desempeño de esta actividad y se pusieron sobre el tapete cuestiones nuevas que la C.E.C.A.F. proyecta como conquistas de su gestión.
La nueva Comisión Directiva de C.E.C.A.F., presidida desde Diciembre pasado por Manuel Premaríes, busca poner el foco en un cambio del perfil del conservador, ubicándolo de alguna manera como el motor que tracciona, valga la expresión, esta industria, al ser él la cara visible y el actor principal que mueve el consumo de los componentes del ascensor, y quien además se hace responsable ante la comunidad por la seguridad del parque de elevadores. Sin embargo, consideran desde esta Comisión, que en el reparto de este negocio se llevan la parte más pequeña y sus opiniones y decisiones tienen poco peso a la hora de poner sus condiciones, tanto en lo comercial como en lo gubernamental.
En el afán de darle el destaque que la actividad merece, es que 60 empresarios de la conservación y del mantenimiento del Transporte Vertical se dieron cita el pasado sábado 1° de junio por la mañana en un salón de convenciones de la zona de Facultad de Medicina, convocados para tratar los temas de su actividad en una charla organizada por el Profesor Carlos Tedesco, importante colaborador de la Cámara Empresaria de Conservadores de Ascensores y Afines (C.E.C.A.F.). Desde todo el AMBA, se hicieron presentes empresarios conservadores de ascensores asociados a la Cámara, o enrolados en la agrupación Conservadores Unidos, de quién nació la iniciativa de esta convocatoria. Carlos Tedesco, de extensa trayectoria en esta actividad como empresario y como profesor y autor de libros sobre la materia expresó, al inaugurar la charla, su interés por elevar el nivel de la actividad, mejorar su competitividad, proteger la profesionalidad y maximizar los beneficios económicos mejorando los resultados de la gestión. La idea es crear una actitud homogénea en quienes desean progresar como verdaderos empresarios profesionalizados, unos 200 entre los miembros de C.E.C.A.F. y Conservadores Unidos, para contar con empresas prósperas y eficientes que luego transmitan esa línea de pensamiento directriz al resto de las más de 500 empresas registradas que aún no han internalizado esa mentalidad.
Hicieron uso de la palabra los miembros de la Comisión Directiva que expresaron sus propias experiencias como empresarios, tratando el tema de los abonos, de la relación con las administraciones, con las empresas colegas, y con la AGC.
Si bien es cierto que los conservadores de ascensores no conforman un gremio, como bien aclaró Oscar Domínguez, Tesorero de la entidad, ya que no están nucleados para defender sus derechos ante una patronal ni una agrupación de tinte político, algo los define y es que son titulares de empresas de mantenimiento del Transporte Vertical, y los une un vínculo de camaradería profesional. Justamente fue la agrupación Conservadores Unidos quien sugirió convocarse para tratar los temas que los ocupan. La gran pregunta que se hace ahora el sector es si esos titulares están dispuestos a ser verdaderos empresarios de este sector que mantiene funcionando a los ascensores y escaleras mecánicas y por lo tanto garantizan el funcionamiento de los miles y miles de edificios de altura de la ciudad.
Al hacer uso de la palabra Oscar Domínguez comenzó el temario de la jornada con el Permiso de Conservador y como agilizar su renovación. Esa cuestión fue llevada hace unos días al nuevo Subdirector de Elevadores de la Agencia Gubernamental de Control-AGC, el Sr. John Wallace. El haber encontrado las puertas del Gobierno abiertas a la Cámara es un hecho auspicioso festejado por todos sus miembros, que esperan que de ese diálogo surjan las soluciones que esperan hace tiempo.
Entre otro de los temas que ocupan al sector está la mala competencia debida a las diferencias en la inscripción fiscal de quienes aportan como monotributistas, pero no lo hacen en forma sincera. Sostuvo Domínguez que “Yo hace muchos años que estoy en C.E.C.A.F. y he ocupado ahí diferentes cargos y siempre he sostenido que el monotributista tiene derecho a trabajar. Si alguien mantiene dos máquinas, puede hacerlo, el tema es que se controle su actividad y que no se mienta con la facturación ni se oculten máquinas. Esas malas prácticas evasoras, traen a la larga una competencia desleal que hace que los abonos que cobran puedan ser más bajos que los de quienes son responsables inscriptos y sostienen una carga impositiva mucho más pesada”.
El otro tema que está ahora en el candelero es lo que va a suceder con las reglamentaciones técnicas de las puertas. ¿Cuándo, se preguntan los conservadores, vencerá el permiso de los consorcios para cambiarlas? La preocupación es muy válida ya que son los empresarios los que deben afrontar la situación cuando hablan del tema con un administrador. Estos últimos lo ponen en tela de juicio y terminan suspendiendo los contratos que tienen con sus empresas.
A continuación hizo uso de la palabra el empresario Carlos Enrique Pfarr de la Agrupación Conservadores Unidos que expresó lo siguiente:
“El tema es como logramos que la gente que está fuera de esto y no conoce los valores que se manejan, lleguen a enterarse de la gran diferencia entre lo que debe aportar un monotributista y un responsable inscripto. A decir verdad, el que tiene un monotributo y cobra más o menos como nosotros, gana mucho más; nosotros pagamos Ganancias, Ingresos Brutos, todo lo relacionado con los permisos. El monotributista, con la ley Bases, va a tener un tope de 68 millones de pesos de facturación anual, mientras que los responsables inscriptos vivimos pagando y pagando. Tengo empleados que tienen un mejor pasar que yo, que soy el empresario que asumo el riesgo”.
El comentario general es que quien cobra hoy día entre 18 mil y 22.000 pesos por máquina, y mantiene unas 400, obtiene un margen de ganancia muy bajo que sólo intenta recuperar con los arreglos que hace. Pero esos trabajos muchas veces no llegan, o los consorcios terminan dándoselos a otro. El mantenimiento que hacen quienes cobran abonos bajos es malo y es pobre, y eso se nota en el fondo del foso lleno de basura, en las salas de máquina donde anidan palomas, en la acumulación de grasa de un limitador de velocidad. “Hay que hacerlos reflexionar, continuó Pfarr, sobre levantar el nivel de ingresos, trabajar mejor y tener una mejor empresa y una mejor calidad de vida. Yo me sumé a Conservadores Unidos para formar una masa crítica de empresarios que entienden que el trabajo no se puede regalar y que debemos trabajar para cambiarles la mentalidad a los que aún no logran entenderlo”, concluyó Pfarr.
ETICA Y COMPAÑERISMO
Germán D’Angelo, un miembro veterano de C.EC.A.F. que actualmente se desempeña como Secretario de su Comisión Directiva, sostuvo que hay trabajo para todos, aseveró que “es una locura que estemos matándonos y sacándonos los clientes entre nosotros. No convirtamos la actividad de la Cámara en un muro de los lamentos. Tenemos que tratar de encontrar soluciones, no nos tenemos que desesperar por una máquina, las máquinas no son nuestras. No tenemos que llorar porque otro conservador nos tomó un abono. El tema de los abonos es un tema muy viejo que tenemos que superar”.
Carlos Tedesco, hizo hincapié en la formación ética del conservador, que debe venir de la mano de la formación técnica. Él, que formó a muchos empresarios que hoy están trabajando en el mercado, comentó que la ética con los colegas es fundamental para trabajar bien. Comportarse éticamente implica siempre averiguar quién está manteniendo los ascensores que a uno le ofrecen, cuánto es lo que cobraba el anterior conservador para no rebajar los honorarios, y mantener la vara alta. “Eso es algo que se cuida mucho en la C.E.C.A.F., argumentó. A las empresas chicas hay que inculcarles cuáles son las bases de este trabajo: Todos debemos movernos dentro de una banda donde el valor oscile sin grandes contrastes, sino es imposible ganar para cubrir el costo de los seguros, los sueldos, la movilidad, los impuestos. Tener mentalidad empresarial implica no regalar nuestro trabajo”.
ADMINISTRADORES VS. CONSERVADORES
Hubo consenso sobre el abono ideal que propone C.E.C.A.F. que debería estar alrededor de $130.000. El conservador que tiene cierta cantidad de máquinas, empleados, que terceriza poco y paga transporte, IVA, seguros, etc. no puede bajar de 50 ó 60 mil pesos porque se funde, comentaron varios de los presentes. También existen los monotributistas que cobran 25 ó 30 mil pesos, que tienen tres máquinas, que acuden al domicilio en un auto viejo, atienden el reclamo en solitario y pueden defenderse con esos montos. La consecuencia nefasta es que esos valores irrisorios e irreales nivelan los ingresos hacia abajo, empobrecen el mercado y provocan que los administradores de consorcio, que buscan complacer a sus administrados, contraten malos servicios de mantenimiento o intenten que los buenos conservadores rebajen sus aranceles.
Mariano Martino, de la Comisión Revisora de Cuentas sumó su punto de vista empresario. “Yo hago así, explicó a los presentes: analizo mis costos y pongo un precio y voy para adelante; al que le parece bien, genial, y si no mala suerte. Los costos los analizo yo, para eso no necesito ser un economista. Cuando después de hacer las cuentas, éstas no me cierran, es que algo estoy haciendo mal. La semana pasada quebraron dos empresas porque cobraban poco. Si cada uno de nosotros no sabe cómo manejar su empresa, quiebra, y yo no trabajo para cambiar la plata, ni fundirme. De noviembre a diciembre pasado perdí 50 máquinas porque aumenté. Y me quedaron 400, y voy a trabajar con esas máquinas, voy a tener menos personal, menos costos y me voy a ir más temprano de la oficina”.
LA PALABRA DE MANUEL PREMARÍES
El presidente de la C.E.C.A.F. decidió tomar la palabra cuando ya se habían expresado todos los miembros de la Comisión Directiva presentes.
Expresó su satisfacción por la convocatoria que partió desde Conservadores Unidos y no desde C.E.C.A.F. Su deseo como autoridad máxima de la Cámara es que todos se manifiesten y expresen sus ideas en igualdad de condiciones, y que lo hagan en forma presencial, aún a riesgo de restarle tiempo a sus asuntos personales y así, en igualdad de condiciones, trabajar para levantar la vara del sector. Se manifestó a favor de la libertad de trabajo de cualquier empresario, grande o chico, mientras se proceda de buena fe, defendiendo al sector a través de abonos adecuados a la realidad presente, y se observe una actitud leal hacia los colegas conservadores. “No quiero que haya malos entendidos ni suspicacias, falta poco tiempo para que todos nos parezcamos” comentó.
A continuación se refirió a una reunión en la AGC, donde fue recibido por John Wallace, Subdirector del Área de Ascensores de la Agencia, reunión que compartió con el presidente de la C.A.A. Ernesto Espoille. “Es la primera vez, comentó al público presente, que nos recibe una persona que realmente sabe de ascensores, que domina el tema de la seguridad, del funcionamiento e incluso del valor necesario de un abono, una persona empapada en todos esos temas que se ha mostrado muy colaborativa”. Agregó que nadie sabía de qué se había hablado en esa reunión hasta ese momento en que lo compartió con todos los presentes.
De todo lo dicho por Premaríes, destacamos que Wallace muestra una muy buena predisposición hacia los conservadores y quiere colaborar en todo lo que atañe a las dificultades para trabajar como corresponde. Entre esas dificultades que pretende allanar está el de gestionar una vía de comunicación entre el Gobierno y los Administradores de Consorcios en lo que hace a la presión económica que estos ejercen sobre las empresas y que dificulta un eficaz desenvolvimiento de su actividad.
Con respecto a esto último, los conservadores necesitan que las administraciones, y no sólo ellas, sino los consorcistas y también los colegas que no trabajan con apego a la ética y las buenas prácticas, comprendan que una buena prestación, con todas las cargas en tiempo y dinero que conllevan, obligan a cobrar un abono que hoy día, según comentaron, no debe ni puede bajar de los 60 ó 70 mil pesos por máquina.
EL FINAL DE UNA QUEJA ETERNA: EL VALOR DEL ABONO
Desde hace muchos años se escucha una queja reiterada en el sector. Si cobran lo que tienen que cobrar por su trabajo, los administradores, no todos, los echan de la noche a la mañana. Algo parecido temen los conservadores que les puede suceder si, al cumplir con su obligación de mantener la seguridad de los pasajeros, deciden clausurar un ascensor que no reúne las condiciones de uso. Viven atemorizados y eso, en muchos casos, va en detrimento de los usuarios.
Para cambiar esto, evidentemente habrá que tomar el toro por las astas y la idea que expuso Manuel Premaríes es que “en determinado momento, que él calcula que puede ser más temprano que tarde, los permisos de conservador van a tener que pasar por las Cámaras de ascensores, que funcionarán como contralor y mediación, entre el conservador y el Gobierno de la Ciudad y el que no esté afiliado a una Cámara y no tenga su aprobación, no va a poder obtener ni renovar su permiso de conservador. Esto es algo que la comisión de C.E.C.A.F. viene trabajando desde hace tiempo. “Sepan que vienen tiempos de cambio”, advirtió el presidente de la entidad.
APROBACION Y PERMISO DE CONSERVADOR
La información que presentó Premaríes causó gran sorpresa y también una sensación de alivio. Los conservadores se sienten bastante solos en su lucha diaria para poder trabajar bien, cobrar lo que necesitan cobrar, y no encontrarse con arbitrariedades como que, de un día para otro un administrador lo eche por los precios que cobra y lo reemplace por un colega que cobra menos.
Los presentes comenzaron a preguntar de qué se trataba esa aprobación, qué es lo que se va a aprobar y quién lo va a efectuar. Algunos hasta plantearon un interrogante sobre su constitucionalidad.
En muchos momentos del encuentro se repitió la frase de que hay que intentar contactarse con la gente del consorcio y explicarle a ella cómo es el trabajo, ya que los administradores buscan, en su mayoría, ahorrar para caerles en gracia a sus clientes
La idea de Premaríes y los miembros de la Comisión, que trabajan y continuarán trabajando sobre estos temas todo el año, plantea una serie de cuestiones éticas que, de respetarse y observarse, mejorarán mucho el trabajo. “Es muy importante que empecemos a llevarnos bien, -comentó el presidente de C.E.C.A.F.- que participemos con nuestro apoyo, que nos acerquemos a los 70 mil pesos en adelante, porque por el trabajo dejamos muchas horas de nuestra vida, tratemos por eso de ser fieles a nosotros mismos con el pensamiento. No importa cuántas máquinas tenemos sino como las llevamos adelante. Repito que no falta mucho para que la Cámara sea testigo de los permisos de conservador de cada uno de los colegas. La Comisión de C.E.C.A.F. está elaborando un Código de Ética, y se va a tener que respetar. Por fin, a través de C.E.C.A.F se van a tomar determinadas medidas para que sucedan cosas que hasta acá se venían pidiendo y no sucedían. Nuestra Cámara es una Cámara de Empresarios, después vemos si el que tiene 10 máquinas se siente empresario o no; cada uno puede pensar cómo se siente para llevar un negocio y fraternalmente estar bien con los colegas. Y todo esto no va a poder ser fuera de la C.E.C.A.F.”
Desde ese momento en adelante se puso el énfasis en la participación para combatir las malas prácticas para lo cual C.E.C.A.F. ejercerá un contralor en determinadas cuestiones que, de no cumplirse, impedirán el otorgamiento de la aprobación previa a la obtención de la renovación de los permisos de conservador.
Cuestiones éticas que supone la aprobación
Si bien no se ha formalizado aún, la aprobación supone una serie de cuestiones además del valor del abono. Se entiende que la pretensión de cobrar más se condice con un mejor servicio; por ende, los ascensores de un profesional que respete su trabajo deberán acuñar como corresponde, no deberán mantener ascensores que estén “no aptos para su uso”, deberán estar presentes en las coordinadas. Por su parte, los monotributistas no podrán burlar la ley escondiendo máquinas facturadas por terceros, o hacerle comprar los componentes a los usuarios, para no superar la facturación, eso es lo que lleva a puentear al conservador. Pero no sólo los monotributistas pueden eludir las buenas prácticas. Un conservador que cobra muy por debajo del valor normal y luego piensa resarcirse con los sobreprecios en arreglos también lo hace. Se mencionó que hay que evitar ese “puenteo” en las compras de componentes por parte de administradores o consorcistas que acuden directamente a los mayoristas o que, incluso, compran componentes robados que se ofrecen en el mercado on line.
Se habló de avisar previamente a los colegas si uno es convocado por un administrador. Los datos de quién lo atiende figuran en el QR, y no hay excusas para conocer quién está manteniendo ese ascensor. Ni siquiera si se trata de quedar bien con una administración. “Si no nos cuidamos entre nosotros, no nos cuida nadie. Un colega es más que un administrador. Me ha pasado que me llamaron de una administración porque querían cambiar de conservador, y el conservador era amigo mío. Yo me sentí presionado, entonces fui a hablar con él, le avisé y pedí más de lo que él cobraba. De eso se trata, de defender al sector”.
La gestión de la aprobación realizada por la Cámara hace pensar que, después de un tiempo en que ésta se organice, la renovación del permiso se va a agilizar, ya que la AGC, tiene pocos inspectores para la tarea y esto los aliviaría.
PREGUNTAS Y COMENTARIOS
¿Cómo se va a poder supervisar el abono que cobra una empresa de conservación, en caso de que haya sospecha de que se cambió de conservador por un precio vil?
Se sugiere que se pida la facturación de los meses pasados de determinado cliente y se muestre en la Cámara. Se haría algo así en caso de un conflicto entre conservadores para verificar el hecho y estudiar la viabilidad o no de la aprobación de una empresa para la posterior renovación del permiso de conservador.
¿No se puede lograr que los Consorcios presenten los contratos de servicios aprobados?
Eso se lo van a pedir a los Consorcios. Anteriormente, con la Ordenanza 49.308 había que presentar el contrato por ley. Esto sigue vigente, pero ahora no lo exigen.
¿En qué consistirá la aprobación de una empresa?
Cuando arreciaban las preguntas, Manuel Premaríes comentó que todavía no se ha diagramado cómo será el procedimiento. Pero sí permitirá conseguir una igualación en la práctica de cada conservador. Luchando todos juntos desde un solo lugar, no hay posibilidad de seguir en la mala praxis.
Si yo voy a un consorcio y ya está un colega trabajando allí voy a tratar de ayudarlo para que siga, y si me asignan ese ascensor a mí, por lo que fuere, voy a mantener ese nivel o subirlo más aún
¿El proyecto de aprobación va a ir a votación?
Seguramente pero todavía no se habló en la Comisión.
Lograr que sea ley
“Si logramos que todo lo que nos proponemos se haga ley vamos a contar con herramientas. Todo debe quedar plasmado en leyes para que esto perdure”
No bajar los abonos por temor
Se puso el énfasis en no bajar los abonos por temor. “Yo tenía los abonos muy bajos, los subí, sin temor. Con lo que perdí y facturé, tengo menos trabajo, menos empleados y gané más plata”. Otro conservador aconsejó que “traten de mantener esos aumentos, no se duerman, yo desde enero voy aumentando el IPC cada dos meses, y hasta ahora no perdí ninguna máquina, y si me preguntaban les decía que era por la inflación”.
ENFOQUE EMPRESARIO EN PALABRAS DE PREMARÍES
“Siempre hablamos de cuánto cobramos, pero nunca escuché hablar de calidad de trabajo, calidad de mano de obra a la hora de invertir en los operarios nuestros. ¿No se dan cuenta de que no hay técnicos para trabajar? Debemos volver a las buenas prácticas y para eso es indispensable estar en C.E.C.A.F. para estar informados, unificar criterios y tirar todos para el mismo lado de la excelencia y el profesionalismo. No se puede admitir que un limitador de velocidad esté lleno de grasa. Esas son las cosas a las que hay que volver, pero todo eso se consigue si estamos todos en la misma bolsa, no estamos haciendo política con esto, si nos nucleamos hay un piso del cual no podemos bajar”. Para eso también está C.E.C.A.F.
Se habló de muchísimos temas. Cada uno comentó experiencias muy enriquecedoras con respecto a las administraciones, los colegas, el tema del cambio de puertas, las cerraduras, de la antigüedad del parque de ascensores, de préstamos con los que cuenta el Gobierno de la Ciudad para arreglar los edificios. Para estar informado de todo, evidentemente lo mejor es estar asociado a la C.E.C.A.F. Ese es el lugar natural para discutir los temas que atañen a las empresas conservadoras, para acordar y disentir logrando la fuerza necesaria en número y criterio para obtener lo que se quiere.