La Usina del Arte: Un edificio emblemático convertido en un polo cultural
Nora Kamiñetzky
El notable edificio que se yergue en la esquina de Pedro de Mendoza y Caffarena, declarado Patrimonio Histórico de la Ciudad, fue hasta 1979 la sede de la Compañía Italo Argentina de Electricidad. De estilo florentino renacentista con ladrillos a la vista y arcos de medio punto en las aberturas, una torre con reloj, no pasa inadvertido y su torre se vislumbra desde la Autopista que pasa a pocos metros de allí, muy cerca del Riachuelo.
Aquella Italo Argentina de Electricidad hoy es la Usina del Arte, un predio de 15.000 m² distribuidos en 4 niveles y dos subsuelos, inaugurado el 25 de mayo de 2012, que la ciudad destina a conciertos, exposiciones de arte y fotografía, recitales variados, congresos, charlas, seminarios, clases y muestras, recreación, eventos y performances de nivel internacional y que depende que depende del Ministerio de Cultura a cargo del Ministro Angel Mahler. Desde ese entonces no dejan de aumentar ni la cantidad de espectáculos y actividades ofrecidas ni el número de asistentes.
El edificio, diseñado por el arquitecto Juan Chiogna, que recuerda los palazzos del siglo XV de Florencia y de Milán, comenzó su construcción en 1914 y se hizo por etapas. La primera fue la del cuerpo edilicio de Pedro de Mendoza y Pérez Galdós, inaugurado en 1916, un edificio rectangular con basamento de piedra gris, muro de ladrillos con ornamentos pétreos y ventanas uniformes, que encerraba dos grandes naves paralelas, una para calderas que es hoy el actual auditorio sinfónico y la otra para turbinas que es hoy, la Nave Mayor) y otros dos cuerpos paralelos para servicios auxiliares y oficinas. En ese entonces la compañía, ubicada en pleno corazón de la Boca, era capaz de satisfacer la creciente demanda de energía de la ciudad y parte del conurbano.
Ya en 1916 y en 1919 se habían efectuado algunas ampliaciones al edificio original, pero fue en dos etapas posteriores de crecimiento que la Usina alcanzó su forma final: la construcción de un segundo edificio, más angosto y pequeño que el primero, con una torre con techo de tejas a cuatro aguas, separado del original por medio de una calle interior que hoy es el Museo del Cine, y la prolongación de la nave de generación hasta la calle Caffarena.
Transformar una “fábrica de electricidad”, diseñada para albergar calderas que produjeran el vapor que moviera las turbinas con la impronta de las plantas industriales construidas a comienzos del siglo pasado en un centro de exposiciones y auditorios demandó una ardua tarea de reconversión a cargo del estudio dirigido por el Arquitecto Álvaro Arrese.
Desde 1979 en que CIADE es expropiada por el Estado, en la sede de Pedro de Mendoza funcionó SEGBA que en 1989 se divide en EDESUR y EDENOR. Durante los ‘90 la metalúrgica ACINDAR ocupó el predio que quedó abandonado en 1997 y luego fue adquirido por la Ciudad de Buenos Aires en 2001.
USINA DEL ARTE
Con la guía de la arquitecta Silvana Scazziota que se desempeña en el área de Arquitectura de la Usina que depende de la Subsecretaría de Gestión Cultural, a cargo de Vivi Cantoni, recorremos los distintos sectores de la Usina.
Auditorio
Este espacio que funciona como sala sinfónica tiene capacidad para 1200 personas mientras que la Sala de Cámara tiene 250 butacas; ofician principalmente como receptoras de conciertos. En este sector funcionaban 12 calderas con el agua que era trasladada desde Dársena Sur por tuberías subterráneas, que luego era devuelta al Riachuelo. Para el gran Auditorio, Arrese se inspiró en la Bolsa de Comercio de la ciudad de Amsterdam; del tema acústico de la sala se ocupó el estudio Basso Quintana, que también se encargó de la acústica del Teatro Colón. Se eligió la madera de guatambú y para producir una acústica envolvente se dispuso un panel de madera sostenido del techo que funciona como un reflector acústico. Dada la cercanía a la autopista, las ventanas del edificio son de doble vidrio lo cual produce una insonorización perfecta. Durante la restauración se decidió mantener la impronta original del edificio, y por ello en esta sala el ladrillo a la vista es el original de la CIADE. La sala de cámara también está construida en su totalidad con madera de guatambú.
Nave Mayor o Salón Mayor
En la Nave Mayor del centro cultural hay segmentos en el piso tendidos con ladrillos de vidrio. Es allí donde se ubicaban las turbinas originalmente. Algunas funcionaban a vapor, las primeras, y luego otras funcionaban a gas. Para el montaje y desmontaje de los grupos generadores, la nave poseía un vigoroso puente grúa, capaz de levantar 45 toneladas, que hoy forma parte de la decoración fabril del salón. Se han conservado todos los materiales que se han podido conservar, tales como una escalera de hierro original, los balcones que avanzan sobre el salón también de hierro forjado, el mármol de carrara en las sóleas de los balcones y la piedra Paris en los muros. Ese salón se utiliza para grandes performances, como por ejemplo toda la actividad creada para los niños en las últimas vacaciones de julio. El Laberinto en el piso de abajo del Salón Mayor es un espacio ideal para exposiciones pictóricas y fotográficas.
En cambio, el Salón Mayor, en el segundo nivel, y el espacio denominado Laberinto, en la planta baja, sirven como salas para exposiciones.
Foyer
Es el espacio central del conjunto edilicio y conforma un gran local distribuidor entre la Sala Sinfónica y la sala de cámara, conectando también el Salón Dorado, la calle interna y su Anexo. En el Foyer y en el Auditorio se alojaban las calderas que se alimentaban con el agua del Riachuelo. Esa agua se calentaba en las calderas y luego pasaba a las turbinas que se encontraban en el Salón Mayor, y luego el agua volvía al Riachuelo en un circuito cerrado. El Foyer posee una cubierta de vidrio que logra una iluminación natural cenital. Los muros laterales son de ladrillo a la vista, originales con las incrustaciones de elementos metálicos preexistentes que insisten en recordar el carácter industrial del edificio.
Calle Interna
Aquí podemos observar el edificio anexo a la Usina donde residían los gerentes de la CIADE con las mismas características arquitectónicas del resto del edificio. Actualmente allí funciona el Museo del Cine. En un edificio adyacente vivían los empleados de la Central eléctrica, ya que muchos de ellos eran inmigrantes que aún no tenían su propio hogar, por eso la empresa les otorgó este espacio para vivir hasta que pudieran conseguir una casa.
La nueva gestión
Desde que Horacio Rodríguez Larreta asumió su cargo como jefe de Gobierno, se han hecho notorios una serie de cambios que beneficiaron a la Usina del Arte.
Desde ese momento toda la actividad de la Usina depende en forma directa del Ministerio de Cultura de la Ciudad. Se ha creado un nuevo sector de Festivales y una oficina para gestiones con el exterior. A partir de estos cambios ha aumentado la cantidad y variedad de actividades en la Usina. “En este año y medio de gestión en que hemos estado, adecuamos muchísimas cosas a este nuevo funcionamiento”, comenta la Arquitecta Scazziota. Enfrente, por la calle Caffarena hay un baldío donde se está levantando una plaza. En ese lugar había restos de la Usina, cosas bellísimas que se han puesto en valor y serán nuevos elementos de decoración, como bancos, mesas, y con los tableros antiguos. “Ahora la Usina es un gran escenario de lunes a lunes, también para grandes eventos particulares, profesionales, todo el tiempo tenemos una apuesta variada de cosas. Este año la Subsecretaría auspició un evento que se llama “A la mesa” que se hace una vez por mes. A cargo de él está la curadora Juliana López May y es una invitación a combinar placeres: cocinar, comer y escuchar buena música. Para ellos se ha instalado una cocina, donde se preparan caterings. Hay muchos más espacios creativos para exposiciones; la Orquesta Sinfónica y Filarmónica tocan una vez por mes, esta también es su casa”.
Se están haciendo obras importantes como las oficinas que ocupan el anexo donde vivían antaño los empleados de la Usina, que estarán destinadas ahora a tareas administrativas que acompañarán el crecimiento febril de la actividad de la Usina del Arte, donde brilla la luz de la cultura.
Medios de elevación
El edificio tiene 4 niveles y requiere también de ascensores especiales para algunas cargas pesadas. El sistema que se elegido, por tratarse de un altura moderada ha sido el hidráulico y la empresa instaladora es Ascensores Ingeser, especializada en ascensores oleodinámicos, aunque en el conjunto también hay un ascensor de tracción eléctrica.
El siguiente es el detalle de los ascensores