Mantenimiento de alta calidad
En el mantenimiento, como en la vida, hay cosas malas, buenas y mejores. Y todas tienen un precio; lo bueno es que el precio coincida con lo que se obtiene, porque hay un mercado para cada tipo de cliente. Hay clientes para lo standard y hay clientes para la alta gama. Krone es un conservador que mantiene cualquier tipo de ascensor como si fuera de alta gama.
Una cuna en la gran altura
Manuel Premaríes empezó como tiracables y cargando una valijita, con su papá, que trabajaba para Otis en el edificio Sudamérica, en Posadas 1120, una de las primeras viviendas de gran altura de la ciudad. “Mi viejo entraba a la sala de máquinas, chasqueaba los dedos y el ascensor andaba solo. Era muy conocido y uno de los más avezados dentro de lo que era la corriente continua. Toda la gente que tiene más de re 70 años. Mi tío, José Setan (apellido Setau, en origen), abuelo de mi socio Guillermo Setan, hoy cumple 99 años (día en que se hizo la nota). Él es quien montó los ascensores Otis en la emblemática Torre Brunetta, también conocida como Torre Olivetti en Av. Santa Fe y Suipacha”. Se podría decir entonces que la gran altura fue su cuna profesional y en ella continúa.
“La primera empresa a la que entré en forma fija fue Otis, a los 19 años”, afirma. Más tarde me fui de Argentina a España para trabajar en Thyssen, donde permanecí nueve meses y luego comencé a trabajar en forma autónoma para Otis Zardoya, para Orona, también para Thyssen y Kone”. Junto al mantenimiento se dedicó a hacer modernizaciones.
“El plantel técnico que tenemos nosotros en Argentina sabe hacer alta velocidad. Todo lo que es Puerto Madero, Rosario, lo manteníamos los técnicos de Otis o ex Otis. En España, en cambio, no se hacía alta velocidad hasta que se comenzó en el 2005, porque allí los edificios eran bajos”.
Minucioso al extremo, enérgico, orgulloso de sus antecedentes y de sus capacidades, Premaríes le imprimió a Krone una vara exigente para atender cualquier tipo de ascensor, desde los más complicados hasta los de una velocidad y 4 paradas. Todos se atienden con el mismo esmero.
Modernización
Fuimos invitados por Manuel Premaríes y su socio Guillermo Setán a conocer los equipos modernizados por Ascensores Krone en el edificio ubicado en Carlos Pellegrini 887, la emblemática construcción de 15 pisos y dos subsuelos que perteneció hasta hace unos años a la empresa Nestlé.
Se trata de la modernización de tres ascensores. A nivel de P.B. se conservó toda la fachada original, de lo que era la maniobra Elevonic de Otis. De hecho, los indicadores y las botoneras son los originales. Lo que se hizo “fue poner toda la electrónica nueva, para que dure no menos de 40 años, sin cautividad, con repuestos que conseguimos inmediatamente; eso hace que además de tener un back up podamos hacer un mantenimiento como corresponde. Logramos el confort de viaje que nos solicitaban los propietarios del edificio”.
Se cambiaron la maniobra, las botoneras, toda la parte eléctrica y todos los indicadores y gongs de pisos. La parte electrónica interna se cambió completa. Conservaron lo que es la carcasa de los displays originales de la maniobra Otis.
Aunque son muy bellas y se las ve muy sólidas en su estilo clásico, las cabinas van a ser modernizadas con un nuevo diseño. El propietario del edificio quiere ofrecer lo mejor y eso se hará en una próxima etapa.
Las máquinas se hicieron a nuevo en su parte interna. Son marca Otis con reductor, alemanas, con doble punto fijo, es decir que tienen polea en el contrapeso y arriba de la cabina, con polea de reenvío por la velocidad. El exterior se mantuvo como el original; a los reductores se les hizo sin fin y corona nuevos; se sacaron los motores de corriente continua antiguos y se colocaron motores americanos Weg, con bridas y soportes nuevos para que puedan trabajar bien (los anteriores eran de 20 HP en 1000 Rpm. sobre corriente continua). Los actuales operan a 1.500 rpm con 24 HP sobre los 120 metros que trabajan las maniobras. Dos ascensores son de 15 paradas contando uno de los subsuelos, y el tercero tiene una parada más, ya que llega al segundo subsuelo. El andar de las cabinas es excelente. Eso se logró enfrentando las guías y trabajando sobre los rollers. Krone compitió con varias empresas por esta modernización y el dueño, según relatan los socios, está muy satisfecho. Los mecanismos de puertas fueron reconstruidos en toda su parte mecánica por tratarse de mecanismos de óptima calidad y se reemplazaron los motores por otros de corriente alterna, se colocaron variadores de frecuencia para una mejor agilidad de las puertas y poder variar la potencia de apertura y cierre según la necesidad del cliente.
SALA DE MÁQUINAS
La sala de máquinas es muy amplia, bien iluminada, aireada, pulcra, con las máquinas pintadas, los gabinetes de los controles impecables. Llama la atención por la prolijidad y el brillo de todo. Premaríes comenta que “Yo tengo salas de máquina de ascensores con máquinas Electra de una sola velocidad donde comés en el piso. En eso está la formación de Otis, que nos taladraba la cabeza sobre el orden y la pulcritud y yo hago lo mismo con los pibes, porque una vez que se hace hábito ya queda”…
Cabe destacar que Guillermo Setán, el socio de Manuel, trabajó también desde los 17 años y empezó junto con su padre en Mactrol. Ambos están emparentados y comparten tíos, abuelos y primos. Forman parte de una gran familia de larga trayectoria ascensorista, los Premaríes-Setán, de origen vasco francés, oriundos de Entre Ríos.
Los socios nos muestran el reductor y polea Otis original a las cuales, como se dijo antes, se les modificó el sin fin y la corona pero sin juego axial y se le acoplaron nuevos motores americanos Weg, de excelente prestación. Todo el trabajo de acople se hizo usando el mismo manchón original de Otis. Trataron de cuidar, sin alterar la estética original. Se cambiaron los tres motores que tienen la misma potencia, se los niveló y acopló. Se conservaron los gabinetes originales de la marca Otis de los cuadros de maniobra. Pudimos observar donde estaban las bobinas capacitoras que le daban energía y transformaban la corriente a continua cuando los motores eran de corriente continua con esa maniobra. Lo que hicieron fue dejar los gabinetes existentes y montar la tecnología actual con los controles nuevos.
Manuel Premaríes aclara “Yo no compro nada estándar. Para estos ascensores hacía falta una maniobra de 20 HP con 36 amperes de arranque y 1000 rpm., pero eso viene con un variador de 20 HP. Conmigo eso no pasa. Yo voy y le pido al fabricante determinado variador, con determinado amperaje y con determinada corriente. Me arman el cuadro de maniobra, que sale más caro, pero vendo lo que yo considero mejor”.
Nos muestran el conmutador de llamada para los tres ascensores, que a la vez tiene una programación que permite manejarlos con una CPU en el puesto de seguridad o vigilancia. Eso posibilita anular paradas, pisos, y hacer lo que haga falta. A futuro, con estos controles los ascensores podrán conectarse con el IoT. Premaríes recalca que eso se hizo a pedido de él. Se reconoce “maniático” de la electrónica, le gusta incorporar todo lo que acerca el futuro, adelantarse al cliente. Estos equipos también tienen rescatadores. Según sostienen es lo más completo que hay. En la sede de CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) mantienen hace 8 años 5 equipos similares a los que también modernizaron y acondicionaron de una manera similar a la que emplearon en este edificio.
Llaman la atención los limitadores de velocidad a bola, absolutamente reacondicionados. Esto merece una mención aparte que se lee en el recuadro.
Ascensores Krone tiene su taller en 25 de Mayo y Mendoza, Lanús Oeste. Allí se trabaja con la dobladora, el fresador y las herramientas necesarias para componer y modificar las piezas que hacen falta. Los limitadores de velocidad que son a bola y originales de este edificio se restauraron en ese taller. Ellos son los únicos que hacen esas cosas, según aseguran Manuel y Guillermo. Justamente es el padre de Guillermo y tío de Manuel, Toté, que lleva más de tres décadas haciendo eso, quien lo reparó y lo dejó funcionando a la perfección. El limitador, una vez terminado, lleva, al igual que las máquinas, un balanceo estático y dinámico. También fueron ellos quienes, hace dos años, hicieron toda la instalación eléctrica. En los teléfonos del ascensor hay intercomunicación con la cabina y con la guardia de seguridad. Se restauró todo con partes originales y hay partes reconstruidas hechas con las fresas y tornos de Krone cuya diferencia con el original no se nota. Es tal su puntillosidad que nos muestran un contacto de 24 volts que deberían haber renovado usando uno nuevo de plástico, y no quisieron, así que repararon el original de Otis. Así se pudo conservar el mejor limitador de velocidad posible, uno que no falla jamás. Gastaron más de lo que se les había adjudicado en el presupuesto, pero no les importó, con tal de hacer el mejor trabajo posible. Así entienden ellos que se cuida a un cliente. “Nosotros cuidamos lo nuestro a la vieja usanza, dando un buen servicio como tal; uno no es servil, presta un servicio. Si el cliente tiene un dolor vamos y nos quedamos hasta que el dolor se le va”.