LA SEGURIDAD COMO UN COMPROMISO ABSOLUTO
Desde hace más de 25 años, Ascensores Itar crece con un propósito claro: hacer más seguros y accesibles los espacios donde la vida ocurre, conectando personas con confianza, cercanía y compromiso. Conversamos con Mariano Martino, director de la empresa, para conocer su historia, la evolución del oficio y por qué hoy Itar es referente técnico y humano en movilidad vertical.
Revista del Ascensor: – Hoy Itar vive un momento de expansión. ¿Cómo fue ese camino?
Mariano Martino: – Nuestra historia es la de muchas pymes familiares que nacen con valores muy claros: Pasión por el oficio, compromiso con el servicio y vocación de hacer las cosas bien. En 2001 fundamos Itar con mi papá, Antonio. Él aportaba toda su experiencia técnica, y yo sumaba desde lo administrativo. El nombre refleja esa unión: Italia por su historia, Argentina por nuestro presente.
En 2005, su partida me puso al frente del proyecto. Pasé por todos los sectores: mantenimiento, guardias, reparaciones. Aprendí en el terreno. Esa formación desde adentro hoy se traduce en una empresa sólida, profesionalizada, pero con el mismo espíritu de cercanía del primer día.
R del A.: – ¿Cómo está compuesta hoy la empresa?
M.M.: – Somos más de 35 personas trabajando en un edificio propio en Barracas. Hay ingenieros, técnicos, administración, atención al cliente, legales y marketing. Mi mamá, Cristina, sigue en el área administrativa, y mi hermana Mariela lidera comunicación y marca. La nuestra es una empresa familiar y profesional, donde cada persona aporta con responsabilidad. El crecimiento no nos hizo perder lo esencial: la atención humana y la cultura de equipo.
R del A.: – ¿Cuál es el diferencial de Itar en el mercado?
M.M.: – El modelo boutique, la cercanía real y la capacidad de adaptarnos. Acompañamos a cada cliente desde la planificación hasta la posventa. No tercerizamos servicios, no hay intermediarios. Eso genera confianza, y la confianza es clave en este rubro. Además, trabajamos con tecnología de clase mundial, kits WITTUR, flota propia con monitoreo satelital, y sistemas de seguimiento en tiempo real. Pero la tecnología sola no alcanza: lo que marca la diferencia es cómo la usamos al servicio de las personas.
R del A.: – ¿Cómo es la capacitación del equipo técnico?
M.M.: – Es uno de nuestros pilares. Organizamos capacitaciones internas, asistimos a jornadas técnicas y promovemos la formación continua en CECAF. Un técnico de Itar tiene que ser competente, pero también empático, responsable y claro para explicar. La seguridad y la confianza empiezan por el técnico que llega al edificio.
R del A.: – ¿Cómo ven la actualidad del sector?
M.M.: – Vemos una reactivación en obras nuevas que valoran la calidad, la eficiencia energética y el cumplimiento normativo. En ese contexto, nosotros no competimos por precio: competimos por hacer bien las cosas. Apostamos a sistemas sin sala de máquinas (MLR) y a equipos EQ Belt Flex con tecnología de máquinas de imán permanente, que ofrecen mayor eficiencia, menor consumo y un andar más suave.
Cada obra es distinta, y la clave está en entender su lógica y su ritmo para ofrecer soluciones técnicas a la altura. Ahí es donde marcamos la diferencia.
R del A.: – ¿Se pueden combinar tecnología e innovación con lo humano?
M.M.: – En Itar, la tecnología es una herramienta para brindar tranquilidad, no para alejarnos. Usamos apps de gestión técnica, monitoreo remoto y trazabilidad digital, pero nunca dejamos de escuchar ni de dar la cara.
Recientemente empezamos a incorporar inteligencia artificial para automatizar tareas repetitivas y procesos básicos, como el seguimiento de reclamos, la generación de reportes o la coordinación de mantenimiento. Eso nos permite ganar eficiencia, mejorar tiempos de respuesta y liberar tiempo del equipo para lo que más importa: estar presentes cuando nos necesitan.
Nuestro modelo está pensado para responder con agilidad y con presencia real. Nos importa lo que le pasa a cada usuario cuando aprieta un botón.
R del A.: – Participás activamente en CECAF. ¿Qué representa eso para vos?
M.M.: – Participar en CECAF es honrar al oficio. No alcanza con hacer bien tu trabajo puertas adentro. Hay que aportar a la mejora colectiva: normativas más claras, técnicos mejor formados, empresas más profesionales. Si queremos que el sector crezca, tenemos que cuidarlo entre todos.
R del A.: – ¿Qué legado de tu padre sigue marcando tu día a día?
M.M.: – Siempre me decía: “Si no estás dispuesto a brindar servicio, mejor dedícate a otra cosa”. Esta es una actividad esencial, que acompaña la vida cotidiana. Hay que estar, responder, cuidar. En eso seguimos creyendo. Porque los ascensores no paran, y la vida tampoco. Y nosotros estamos para acompañarla, con seguridad, cercanía y compromiso.
R del A.: – Quienes quieran sumarse a Itar o saber más qué deben hacer?
M.M.: – Quien desee unirse a nuestro equipo o proponer pasantías puede escribirnos a rrhh@ascensoresitar.com.ar .
Y quien quiera coordinar una inspección sin cargo para su edificio, nos puede contactar a info@ascensoresitar.com.ar o visitarnos en www.ascensoresitar.com.ar
La seguridad, un valor innegociable
En Ascensores Itar, la seguridad no es un servicio: es un compromiso absoluto. Nos mueve la vocación de cuidar personas y eso implica cumplir, y superar, los estándares técnicos y humanos del sector. Cada instalación, modernización o mantenimiento que realizamos es una apuesta por la vida cotidiana, por la confianza en lo invisible: ese ascensor que funciona perfecto, sin que nadie lo note.
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Fotos gentileza Ascensores Itar / Revista del Ascensor.










