Manuel Premaries*
Siempre sostuve que en la Argentina estamos a la vanguardia en ascensores con equipos bien preparados con toda la tecnología, pero para poder trabajar bien dependemos, en gran medida, de la calidad del abono. Y con abonos de $ 5000, 7000 y hasta aún de $ 9000.- el trabajo bueno, preventivo, de modernización consciente, no se sostiene. Y esto está pasando, entre otras cosas, porque no somos los que tienen la última palabra, porque no somos escuchados por la autoridad gubernamental en la materia y porque, a pesar de que somos los que pescamos el bacalao, lo sazonamos y lo cocinamos, no nos lo comemos.
Hace 20 años, el gremio estaba bien pagado, y con un abono bien pagado, la empresa de mantenimiento puede proteger a sus clientes probando nuevos productos, otorgando la mayor seguridad a los usuarios de los ascensores.
Queremos seguir trabajando con los administradores en buenos términos pero nuestro trabajo no puede valer menos de $15.000 + I.V.A.
El conservador debe concientizarse de que si contrata gente, paga salarios, instala un local o una oficina, paga seguros y asume riesgos se ha convertido en un empresario y decide qué abono debe y merece cobrar, sin que se lo impongan administradores que desconocen este oficio.
Y si aún así hay quienes pretenden seguir abaratando nuestra labor, sugiero colocar en los ascensores pisos y techos de vidrio. Una forma clara, rápida y honesta para hacer saber que el ascensor mal mantenido, no es negocio para nadie.
Los socios de C.E.C.A.F mantienen un total de 20.000 ascensores con toda la responsabilidad que conlleva esa tarea. En nuestras manos se decide la seguridad de los usuarios del ascensor. El abono debe valer lo que esa seguridad vale para el usuario.
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* Empresario instalador y conservador, titular de Ascensores Krone.