El 2021 emerge lenta y cautelosamente como un año optimista para Israel: planes de vacunación masivos, tasas de contagio que comienzan a bajar y un gobierno que discute un plan de salida del cierre general.
Pero a pesar de las buenas noticias, una cosa todavía siembra el miedo entre las personas. Se trata de un espacio pequeño y abarrotado donde un grupo de desconocidos se encuentra condenado a largos segundos de silencio y encierro, sin mencionar la posibilidad de que alguien tosa o estornude: los ascensores.
Algunas empresas israelíes, especializadas en el rubro, han desarrollado una variedad de innovaciones para que la experiencia de viaje sea segura, aséptica y, en la medida de lo posible, libre de coronavirus.
En esta época, cada contacto se convierte en un potencial contagio, ya sea un apretón de manos, un abrazo o llamar al ascensor. Una serie de nuevos desarrollos buscan evitar ese momento de apretar el mismo botón que otras cientos de personas apretaron antes.
En la compañía de elevadores Electra desarrollaron un sistema que llama al ascensor hasta la planta baja en cuanto una persona coloca la tarjeta de entrada al edificio. “Cuando coloco mi tarjeta para ingresar, se abre la puerta de entrada y un ascensor baja hasta el vestíbulo”, explica Matan Musler, Gerente de Desarrollo Comercial de la compañía.
Además el sistema puede dirigir a un grupo de personas a distintos ascensores para optimizar los viajes y lograr menor tiempo de permanencia al interior de la cabina y una densidad mínima de ocupantes. El sistema está actualmente en pleno funcionamiento en el edificio propio de la compañía Electra.
COMANDOS POR VOZ
Otro de los desarrollos está relacionado a una tecnología que ya es conocida para otros dispositivos y consiste en poder dar indicaciones de voz al ascensor. Una vez en el ascensor la persona indica en voz alta el número de piso. Esta innovación del Grupo Schindler, ya está a prueba en el Centro Médico Sheba. “Es un mecanismo que conocemos de la era “Siri”, en los teléfonos IPhone”, explica Itzik Edri, director de operaciones del Grupo Schindler.
UNA LUZ QUE ESTERILIZA EL AMBIENTE
La luz ultravioleta, o radiación ultravioleta, se utiliza, entre otras cosas, para esterilizar superficies, y también es utilizada ahora en ascensores por KONE Israel y Elevadores Electra. “El aire en el ascensor pasa a través de un extractor y de una luz ultravioleta seguida de un filtro especial. En conjunto se trata de un sistema que destruye de forma continua la mayoría de los virus y bacterias en el entorno del ascensor”, explica Matan Musler.
EL TINDER DE LOS ASCENSORES
A la moda ya extendida de tener una aplicación para cada cosa, se suma ahora una aplicación para llamar al ascensor. “Nuestro mundo es un lugar hiperconectado. A través de sistemas informáticos en la nube, a los cuales accedemos por medio de nuestros dispositivos, tenemos la posibilidad de comunicarnos desde cualquier lugar hacia cualquier otro”, explica Guy Kabili, director ejecutivo de KONE Israel.
ESCALERAS MECANICAS
La innovación llegó también a las escaleras mecánicas, un dispositivo que sufre en sus barandas el contacto con miles de personas. La misma tecnología de radiación UV ha sido utilizada en este caso por la compañía Electra y el Grupo Schindler. “Nuestro sistema de desinfección se aloja en la parte interior, no visible, de la escalera mecánica y hace pasar las barandas por un proceso de desinfección y esterilización”, explica Itzik Edri del Grupo Schindler.
¿UN POCO DE EJERCICIO?
¿Estas innovaciones garantizan un 100% de protección contra el coronavirus? La respuesta obvia es que no. Aún va a ser necesario el uso de máscaras, lavarse las manos, mantener la distancia entre personas y quedarse en casa el mayor tiempo posible. Aún así, si estas innovaciones no resultan convincentes, todavía queda la posibilidad de subir y bajar por las escaleras. Un poco de ejercicio siempre viene bien.
Yiftach Carmeli – Adaptado por Adrián Olstein. Fuente: Infobae